La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Calmas toda tempestad
Alumbras mi oscuridad
La montaña frente a mí
La hechas al profundo mar
Ganas todas mis batallas
Afirmas mis pies en la roca
Cuando paso por las aguas
A mi lado tú estás
Hay victoria, en el nombre Cristo
Hay victoria, en medio del desierto
Levanto hoy bandera
Mi salvación llegó
Hay victoria, en el nombre Cristo
Ganas todas mis batallas
Afirmas mis pies en la roca
Cuando paso por las aguas
A mi lado tú estás
Hay victoria, en el nombre Cristo
Hay victoria, en medio del desierto
Levanto hoy bandera
Mi salvación llegó
Hay victoria, en el nombre Cristo
No es con fuerza, ni poder
Es con su santo espíritu
No es por vista, es por fe
No es con fuerza, ni poder
Es con su santo espíritu
No es por vista, es por fe
No es con fuerza, ni poder
Es con su santo espíritu
No es por vista, es por fe
No es con fuerza, ni poder
Es con su santo espíritu
No es por vista, es por fe
Hay victoria, en el nombre Cristo
Hay victoria, en medio del desierto
Levanto hoy bandera
Mi salvación llegó
Hay victoria, en el nombre Cristo
No es con fuerza, ni poder
Es con su santo espíritu
No es por vista, es por fe