La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Creador
Nuestro Dios
El reina
Sentado en el trono
Alto y sublime
El reina
Inmutable nunca cambias
Eres glorioso
Admirable consejero
Principe de paz
Eres señor
Eterno, sublime
Los cielos no te pueden contener
Billones de estrellas
Todas las galaxias
Reflejan tu poder soberano Señor
Creador
Nuestro Dios
El reina
Sentado en el trono
Alto y sublime
El reina
Inmutable
Nunca cambias
Eres glorioso
Admirable consejero
Principe de paz
Eres señor
Eterno sublime
Los cielos no te pueden contener
Billones de estrellas
Todas las galaxias
Reflejan tu poder soberano señor
Reinas
Reinas
Reinas
Santo Señor
Sobre principados
Tu reinas
Sobre potestades
Tu reinas
Sobre las naciones
Sobre el mundo entero
Del basto universo
Eres señor
Eterno sublime
Los cielos no te pueden contener
Billones de estrellas
Todas las galaxias
Reflejan tu poder soberano señor
Reinas
Reinas
Reinas
Santo señor
Sobre principados
Tu reinas
Sobre potestades
Tu reinas
Sobre las naciones
Sobre el mundo entero
Del basto universo
Eres señor
Reinas
Reinas
Reinas
Santo señor