La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Pertenezco a tí
Señor jesús,
Y no hay nada q
Pueda borrar,
Ese amor q
Un día tú..
Pusiste dentro de mí,
Y q ahora quiero recordar.
Hoy mi vaso caé ante tí,
Derramado a tus pies señor..
A rogarte tú perdón
Por tanta rebelión,
Q impide q pueda
Darte mi amor!
Alcanza ¡oh , dios!!
Mi corazón...
Rompelo..
Y limpialo...
Q tu puedas atravez
De mí,
Reflejar tu gloria
Y honor!!.
Alcanza ¡oh ,dios!
Mi corazón..
Rompelo
Y limpialo..
Q tu puedas atravez
De mí,
Reflejar tu gloria y honor!!.
Reflejar tu gloria y honor!!!
Reflejar tu gloria y honor!!!.
Gracias jesús!