La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Dicen que no debo aferrarme a ti
Que eso no esta bien que me hara daño
Dicen que no debo decir que sin ti no puedo vivir
Que es un fracaso
Pero a quien ire si en otro no hay vida
Y si te dejo se que no podre vivir
A quien ire si vives en mis pensamientos
Y si te dejo siento que voy a morir
A quien ire Señor si no a ti
Si solo tu tienes palabras de vida para mi
Y me has dado tanto me has dado tanto
A quien ire Señor si no a ti
A quien ire Señor si no a ti
Si solo tu tienes palabras de vida para mi
Y me has dado tanto me has dado tanto
A quien ire si no a ti
Dicen que no entienden el porque te entregue mi juventud
Que nada he disfrutado
Dicen que si no cantara para ti
Yo viviria mejor y tendria fama
Es que no entienden que por ti tengo vida
Y que diste tu vida por hacerme vivir
Y aunque digan lo que digan tendre mi juventud
Es que no entienden que sin ti no tengo nada
Y que todo lo que tengo te lo debo a ti
Y a quien ire en mis desesperanzas Señor si no a ti
A quien ire Señor si no a ti
Si solo tu tienes palabras de vida para mi
Y me has dado tanto me has dado tanto
A quien ire Señor si no a ti
A quien ire Señor si no a ti
Si solo tu tienes palabras de vida para mi
Y me has dado tanto me has dado tanto
A quien ire si no a ti
Y a quien ire si no a ti