La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Sale el sol
De nuevo en mi ventana y es tu amor
Hoy tocó
Las puertas de mi alma y ya
Se fue la oscuridad
La tristeza ya perdió en mí su color
No imagine
Que alguien pudiera amor por mi sentir
Nada especial
Había dentro en mi cuarto y yo
Un herido corazón
Y tus ojos me pudieron mirar
Y me alcanzó su amor
Cautivó todo de mí
Y mis ojos vieron luz
Luz de vida para mí
Porque así quiero estar por siempre…Señor
Enamorado y darte todo... Mi amor
Que mucho tiempo pase con mi Jesús
Hasta sentir el latir de su corazón
Hasta sentir el latir de su corazón