La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Sauce, sauce, sauce que se alarga
Hasta el vientre sideral, sin forma y sin cause
Donde el caos nos va a cambiar
Sauces con piernas de madera
Salen a caminar por las veredas
Plantan en las mentes amargas
Semillas que traen recuerdos
Sauces que una vez cortados
Siguieron como fantasmas al lado
No se van están cumpliendo ahora un pacto
De niños prometieron cuidarnos
Sus ramas fueron látigos para luchar
A su vez que coronas de cristos y de césar
Sauces con piernas de madera
Salen a caminar por las veredas
Abrazan a cada alma que pasa
De niño jugué con tristezas de
Sauce, sauce, sauce que se alarga
Hasta el vientre sideral
Sus ramas largas cuerdas para saltar
A su vez que escasos columpios para llorar
Sauces, sauces, sauces que se alargan
Hasta el vientre negro sideral
Sauces, sauces, sauces que se alargan
Sus pelucas a flotar
Como medusas en espacio
Donde el color nos va cambiar