La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Fuego, estrellas
Cielo y mar
Tantas promesas rotas que al final
Viajes largos y cortos van
Maleta y canoaa
Piedras botadas en el mar
Cielos grises y mar azul
Estrellas brillando a ser como tu
Tormentas y vientos
Se Viven en el cielo
Los Perros y gatos se mueren y van al cielo
Tantas promesas rotas que al final
Viajes largos y cortos van
Maleta y canoa
Piedras botadas en el mar
Cielos grises y mar azul
Estrellas brillando a ser como tu
Como tu
Como tu