La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Quisiera regresar a ese mágico momento cuando te vi llegar
Y me atrapaste por completo o tal vez congelar
Todos los viajes que hemos hecho
Poder fotografiar esos momentos junto a ti
Pudiera imaginarme todos esos grandes retos
Que hacen que hoy te ame y no me aleje de mis sueños
Soy tan afortunado que me cuesta aun creerlo
Que ya gane contigo y ahora vuelvo a sonreír
Espero que tu también estés aquí
Cuando veo cualquier espejo tu estas siempre junto a mi
Dime, como yo que pierdo en todo, conquiste tus ojos
Dime, como yo que siendo un bobo, contigo gane todo
Como tu ninguna, como tu ninguna, como tu ninguna
Como tu ninguna
Llegaste a mi vida y sanaste las heridas
Me cuidas cada día, eres tu mi medicina
Juntaste tu las piezas de este gran rompecabezas
No hay mejor escena, cuando yo te tengo cerca
Espero que tu también estés aquí
Cuando veo cualquier espejo tu estas siempre junto a mi
Dime, como yo que pierdo en todo, conquiste tus ojos
Dime, como yo que siendo un bobo, contigo gane todo
Como tu ninguna, como tu ninguna, como tu ninguna
Como tu ninguna
Espero que tu también estés aquí
Cuando veo cualquier espejo tu estas siempre junto a mi
Dime, como yo que pierdo en todo, conquiste tus ojos
Dime, como yo que siendo un bobo, contigo gane todo
Como tu ninguna, como tu ninguna, como tu ninguna
Como tu ninguna