La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Cuando camino por las calles
Y medito en tus promesas
Yo te creo
Con ese sol de primavera
Cuando los árboles verdean
Yo te veo
Cuando la brisa me refresca y me abraza tu presencia
Yo te siento
Es que tu estas a mi lado
Y a donde quiera que yo valla
Me acompañas
Tu mi dueño
Coro: y si me faltas tu
Y tu
Y tu
Me faltaría la vida
Y si me faltas tu
Y tu
Y tu
Mi alma estaríam vacía
Me cobijaste con tu calor
Cambiaste mi destino
Y si me faltas tu
Y tu
Y tu
Que haría yo sin tu cariño?
Le diste fuerza a mi corazón
Ese es mi jesucristo
Con un suspiro y una vela
Cuando clamaba por mis penas
Ahí estabas
Porque en las buenas y en las malas
Siempre me has dado la palabra
Que necesitaba
Contigo yo no pierdo nada
Pues eres tu esa lumbrera
De cada mañana
Es que tu estas a mi lado
Y a donde quiera que yo valla
Me acompaña tu mirada