La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Ya viene el niñito jugando entre flores
Y los pajaritos le cantan amores
Ya se despertaron los pobres pastores
Y le van llevando, pajitas y flores
La paja está fría
La cama está dura
La virgen maría
Llora con ternura
Ya no más se caen todas las estrellas
A los pies del niño, más blanco que ellas
El gallo en el parque ya se ha despertado
La virgen se asusta y el niñito llora
La paja está fría
La cama está dura
La virgen maría
Llora con ternura
Yo le voy a hacer una cama de lecho
Hulle de belén y vente a mi pecho
Niñito bonito
Manojo de flores
Llora, pobrecito
Por los pecadores