La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Creí saber que era el dolor
Y que fácil me quitaste la razón
Tu voz no deja de doler
Y no sé quién puede hacerme renacer
Solo siento que me voy a pique
Pero de esta debería poder salir
Olvidar todo lo que dije
Seguir
Observas como me desangro
Tiemblo y me voy ahogando
Siento que añoro tus besos
Sin salir ileso
En la misma piedra caigo
Suplico que vuelvas cuando
Cuando añoro tus besos
Sin salir ileso
Cual pez que vuelve a picar
Y en tu anzuelo
Me supiste anestesiar
Tu oscuro y frío corazón
Dejó los hilos cortados
Dejando me abandonado
Solo siento que me voy a pique
Pero de esta debería poder salir
Olvidar todo lo que te dije
Y seguir
Observas como me desangro
Tiemblo y me voy ahogando
Siento que añoro tus besos
Sin salir ileso
En la misma piedra
Caigo suplico que vuelvas
Cuando añoro tus besos
Sin salir ileso
Me debo curar
Y aprender a olvidarte
Me debo curar
No me debo vencer
Me debo curar
Y aprender a olvidarte
Me debo curar
No me debo vencer
Me voy a curar
Aprendiendo a olvidarte
Me voy a curar
No me voy a vencer
Me voy a curar
Aprendiendo a olvidarte
Me voy a curar
Y observas como me desangró
Tiemblo
Y me voy ahogando
Siento que añoro tus besos
Sin salir ileso
En la misma piedra caigo
Suplico que vuelvas
Cuando añoro tus besos
Sin salir ileso