La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Es un buen tipo mi viejo
Que anda solo y esperando
Tiene la tristeza larga
De tanto venir andando
Yo lo miro desde lejos
Pero somos tan distintos
Es que crecio con el siglo
Con tranvía y vino tinto
Viejo mi querido viejo
Ahora ya camina lerdo
Como perdonando el viento
Yo soy tu sangre mi viejo
Soy tu silencio y tu tiempo
El tiene los ojos buenos
Y una figura pesada
La edad se le vino encima
Sin carnabal ni con parsa
Yo tengo los años nuevos
Y el hombre los años viejos
El dolor lo lleva dentro
Y tiene historias sin tiempo
Viejo mi querido viejo
Ahora ya camina lerdo
Como perdonando el viento
Yo soy tu sangre mi viejo
Soy tu silencio y tu tiempo
Yo soy tu sangre mi viejo
Yo soy tu silencio y tu tiempo
Yo soy tu sangre mi viejo