La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Quiero ya saber cuál es tu nombre, primer día en la ciudad
Voy a sentarme primero, y donde pueda verla como un fan
Que tiene de especial, la edad no importa, a mi me da igual
No miras para atrás cuando vas a volar
Todos juegan, todos se divierten, todo parece normal
Pero para mi no es suficiente, este amor no tiene igual
Voy a morir de amor, si no conquisto su corazón
Para volverle a ver, repetiría sin opción, mi primer grado
Y miro a las estrellas, y me imagino junto a ella, voy a perseguir a mi ilusión
Y si lo cuento, no me creen, es pasajero me sugieren
Tengo que escribirle una canción
A ver si aceptaaa
Como describir este momento, si yo no se ni escribir
Serán mis faltas de ortografía, imposible resistir
Voy a morir de amor, si no conquisto su corazón
Para volverla a ver repetiría sin opción, mi primer grado
Y miro a las estrella, y me imagino junto a ella
Voy a dedicarle una canción, y si lo cuento no me creen
Es pasajero me sugieren, quiero perseguir a mi ilusión
Voy a dedicarle una canción, voy a dedicarle esta canciooonn