La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Y la culpa no era mía
Ni dónde estaba
Ni cómo vestía
Y la culpa no era mía
Ni dónde estaba
Ni cómo vestía
Y la culpa no era mía
Ni dónde estaba
Ni cómo vestía
Y la culpa no era mía
Ni dónde estaba
Ni cómo vestía
El violador eras tú
El violador eres tú
Son los pacos
Los jueces
El estado
El presidente
Y la culpa no era mía
Ni dónde estaba
Ni cómo vestía
Y la culpa no era mía
Ni dónde estaba
Ni cómo vestía
Y la culpa no era mía
Ni dónde estaba
Ni cómo vestía
Y la culpa no era mía
Ni dónde estaba
Ni cómo vestía
El violador eras tú
El violador eras tú
El violador eres tú
El violador eras tú