La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Lejos de mi tierra estoy
Caminos de árido sol
Contemplo las lunas pasar
Abismos de mi regresar
Mi espada bañada en sangre
Codicia de algún cobarde
Que mi vida desterró
Hoy intento volver a mi tierra y descansar
De la esclavitud del mal
Hoy intento apagar la venganza que quema en mi interior
Y eternamente descansar, en este nuevo despertar
Lejos de mi tierra estoy
Caminos de árido sol
La muerte no me guiara
Escapo a su crudo final
La sangre que corre en mis manos
Fue el precio que hoy me e cobrado
Por la oscura traición