La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Se han levantado contra mí
Tratándome destruir
Pero mi fe aumenta más
Nadie lo puede evitar
Aunque contra mi se levante guerra
Yo confió más y más en ti
Tú me has dado todo lo que tengo
Razón suficiente para decir
Podrán quitarme mi casa o quitarme mi pan
Podrán quitármelo todo pero no lograrán
Que yo aparte mi vista de ti
Pues sin ti yo no puedo vivir
Yo me acosté y desperté
Y mi sustento eras Tú
Y mi desierto noté
Que el agua no me faltó
Aunque contra mi se levante guerra
Yo confió más y más en ti
Tú me has dado todo lo que tengo
Razón suficiente para decir
Podrán quitarme mi casa o quitarme mi pan
Podrán quitármelo todo pero no lograrán
Que yo aparte mi vista de ti
Pues sin ti yo no puedo vivir