La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Rodearas la tierra, lo encontraras. / Cercaras su tierra, lo probaras.
Permiso para destrucción,/ pero su vida no
Ah, ah.....
Una mas ya no quedan vacas, devastación./ Otra mas cordero que se
escapan, no lo lograran jamas./ Una mas ya no hay decencia,
hijo muertos.
Otra mas, se agota la paciencia, no es muy bueno.
Cuesta seguir, si es cuesta arriba.
Sueles parar para morir.
Duele, duele,
nada es demasiado,
El que quita te puede dar.
Puedo, puedes,
Juicio Soberano,
si razonas,
no entenderás.
Duele, duele,
Nada es demasiado,
El que quita re puede dar.
Puedo, puedes,
Juicio Soberano,/ Si razonas, no entenderás.
Duele, duele, vidas que probada,/ Crecerán en la adversidad.
Puedo, puedes, viene la mañana,/ Que la niebla disipara.
Ah, ah.....