La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
A lo mejor, te olvido
A lo mejor, jamás
A lo mejor, te pienso
Un poco más, que más
A lo mejor te llamo por las noches
A lo mejor tú cuelgas mi llamada
Te juro que no estoy exagerando
Cuando te digo que sin ti soy nada
A lo mejor tú tienes más orgullo
A lo mejor yo tengo más problemas
En recordar que una vez me dijiste
Que estar conmigo no valía la pena
Pero quién olvida
El amor de su vida
En un par de días
En un par de noches
Uo!
Tal vez solo tú
O tal vez ni tú
Pues si me olvidas así
Nunca fui el amor, de tu vida
A lo mejor te llamo por las noches
A lo mejor tú cuelgas mi llamada
Te juro que no estoy exagerando
Cuando te digo que sin ti soy nada
A lo mejor tú tienes más orgullo
A lo mejor yo tengo más problemas
En recordar que una vez me dijiste
Que estar conmigo no valía la pena
Pero quién olvida
El amor de su vida
En un par de días
En un par de noches
Uo!
Tal vez solo tú
O tal vez ni tú
Pues si me olvidas así
Nunca fui el amor, de tu vida
(Pero quién olvida)
(El amor de su vida)
(En un solo día)
Pero que tú eres todo lo que quiero
Tú eres mi único anhelo
(Pero quién olvida)
(El amor de su vida)
(En un solo día)
Para quererte y amarte
Y entregarte, todo lo que tengo
Oye chanito
La que manda!
Revelación!
(Pero quién olvida)
(El amor de su vida)
(En un solo día)
No, no quiero y no puedo
Y no debo
Que yo no puedo olvidarte
(Pero quién olvida)
(El amor de su vida)
(En un solo día)
Es que si sabes que tú eres mi todo
Y es que tú eres, tú eres mi tesoro