La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Somos lumbrera a las naciones
Somos la luz que alumbra un sol
Tu palabra llevaré
Tu amor le mostraré
Quiero avanzar a ti, crecer en ti
La inspiración de amor, una generación
Voy avanzar a ti, crecer en ti
La inspiración de amor, una generación
Y ese soy yo... oh...
Somos cabeza y no cola
fuimos creados a su imagen
su herencia nos dejo, al mundo mostraré su amor