La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Ohe, ohe, ohe, ohe, Jesús
Ohe, ohe, ohe, ohe, Jesús
Quién es ese hombre que aún los vientos
y el mar obedecen?
Quién es ese hombre que nos ha llenado
de su poder?
Quién es ese hombre campeón de campeones?
Quién es el dueño, dímelo fuerte, de tu nación?
Coro:
Jesucristo es,
Jesucristo es,
Jesucristo es,
Es el Señor,
A El mi adoración
A El mi adoración.