La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Hay algo extraño que quema mi aliento y enfría mi piel
Mis ojos brillan, soy como una fiera buscando placer
Salvaje (salvaje)
en la noche (en la noche)
Sediento (de sangre)
Buscaré...
Mi víctima en la noche, un cuerpo de mujer
Víctima en la noche, tú podrías ser
Busco el momento escondido entre sombras, sin dejarme ver
ella se acerca, estoy preparado, pronto atacaré
Salvaje (salvaje)
en la noche (en la noche)
Sediento (de sangre)
Buscaré...
Mi víctima en la noche, un cuerpo de mujer
Víctima en la noche, tú podrías ser