La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Veo en ti el mar y su hermosa luz
Que me alimentan con su gran quietud
La esperanza del atardecer
Que se marca con su hermosa piel
Son colores que con la distancia se iràn
Paisajes y las lunas de mi recordar
Materia que se pierde con un rayo de luz
Como esta vida que viene y se va
Son los olores y la distancia fatal
La gente con su pensamiento mortal
Perdieron el alma y la amistad
Por vivir en la amarga ansiedad
Como esta vida que viene y se va
Veo en ti el mar y su hermosa luz
Que me alimentan con su gran quietud
Lo poderoso de tu mirar
Que se marca en èsta gran ciudad
Veo en ti el mar y a quien amar
En esta vida que viene y se va