La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Yo ya soy libre
Libre de este oscuro mundo
Libre de mi carne es mejor que calle.
Quisiera, dios, la justicia y la honradez ser parte de mi ser
Y que no me faltes tu.
No, no, que no me faltes tu
Esperare en silencio tus consejos
Conoces cada paso que doy
Y cada dia puesto a la prueba
Saldre puro como el oro, como el oro
Yo quiero amar la luz
A tus ojos ni la luna tiene brillo
Ni son puras las estrellas
Ni mucho menos yo.
Yo quiero amar la luz ¡oh, si!
Jamas dire mentiras ni hablare palabras falsas
Que dios me juzgue con su balanza
Si me he desviado del camino
Y la codicia me ha llevado, rompe mis brazos
¡oh,si! rompe mis brazos!!!
Rompe mis brazos!!!!!
Esperare... esperare en silencio uohh!! ouoohhh!!"
Esperare... esperare en silencio uohh!! ouoohhh!!"
Esperare... esperare en silencio uohh!! ouoohhh!!"
Esperare... esperare en silencio uohh!! ouoohhh!!"
Esperare...!!! esperare...!!!