La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Nada vas a conseguir
Si no pones todo lo que tienes
Nada puede ocultar
La belleza que llevamos dentro
Levanta tu bandera
Denuncia culpables
Clama por justicia
Exige tus derechos
Protege a tu familia
Marcha al Congreso
Lucha por el pueblo
Y también por la paz
Toca en una banda
Sube al escenario
Rompe tu garganta
Contra el enemigo
Grita y patalea
Y si no te pezcan
Arma una protesta
Como la armó John Lennon
Nada vas a conseguir
Si no pones todo lo que tienes
Nada puede ocultar
La belleza que llevamos dentro
Raya las paredes
con tu poesía
canta por la vida
por todos los que sufren
Mostremos nuestras fuerzas
No nos hacen lesos
vamos a mostrarles
lo que llevamos dentro