La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Yo, tengo para ti
Un sitio especial en mi nueva vida
No, nunca se ocupo el lugar
Que tu despreciaste un dia
Mi corazon aun te lleva
En un lugar bien guardado
No importa lo que suceda
Siempre estaras a mi lado
Mi corazon se derrite
Como la nieve en verano
Cuando oye que alguien me dice
Que vas a regresar conmigo
Aqui, aqui, donde el amor tiene alas
Entre estas cuatro paredes
Donde querer nunca acaba
Aqui, aqui, donde las noches son largas
En esta casa vacia
Frente a esta luna plateada tu y yo
Solos tu y yo
Mi corazon aun te lleva...