La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Tu tienes lo que yo no tengo
Yo tengo lo que tu no tienes [x3]
Dos almas que se encuentran bajo el sol
Jugando a la luna del amor
Distintos pero igual
Tienen que intercambiar
Ese algo que solo ella puede dar
Tu tienes lo que yo no tengo
Yo tengo lo que tu no tienes [x3]
Tu amor es una cosa sin igual
La vida me sonrie cuando estas
Lo tienes que aceptar
No hay forma de evitar
El amor, al fin, siempre suele ganar
Tu tienes lo que yo no tengo
Yo tengo lo que tu no tienes [x3]
Tu, tu tienes carino
Tu tienes los besos
Solo tu, solo tu, solo tu mi amor [x3]
Tu tienes lo que quiero
Y con tu amor todo es perfecto