La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
VERSO 1
Él que no cayó en pecado
Por nosotros los pagó
Él que dio vida a los muertos
Él la muerte encontró
VERSO 2
Él derrotó la oscuridad
Y fue privado de la luz
Y Sus manos que sanaron
Las clavaron en la cruz
PRE-CORO
Él murió por mis pecados
Pero Él resucitó
Y ahora Él
CORO
Él ha ascendido a los cielos
A la diestra del Padre
Porque Él resucitó
Él vivo está
Él ha vencido a la muerte
Nos ha dado esperanza
Porque Él resucitó
Él vivo está
Vivo está
Vivo está