La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
No me guío por refranes ni dichos para la suerte
Si analizas bien todo eso te llevará a la muerte
Que si pones el gato moviendo la mano, llegarás muy alto
Yo obtengo poder a los pies de dios, tocando su manto
Que si pones al elefante con un dolar traerá abundancia
La verdad que morir en Cristo es la única ganancia
Que las cartas, que el horóscopo, las médium y el tarot
(No) busca a Cristo hermano eso es lo mejor
(Hey) ven a seguir a rey
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley
Meditaras en el de noche y de día y así prosperarás
Todo bien te saldrá porque contigo esta jehová
Y va caminando a tu lado, cuidando tus pasos
Al lado de el no conocerás el fracaso
Sino, el propósito y la bendición
Síguelo a el y apártate de la perdición
Nunca se apartará, nunca se apartará
La palabra en ti siempre se mantendrá
Nunca se apartará, nunca se apartará
La palabra de dios en ti prevalecerá
Mira que te mando, mira que te mando
Te esfuerces y seas valiente
Mira que te mando, mira que te mando
Te esfuerces y seas valiente