La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Happy days are here again
And you're not
Cause when she smiles
It shakes my sickest phase
And again, and again, and again
Cause when she smiles
It shakes my sickest face