La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Si tú piensas que nada es igual
Solamente quieres tu jugar
Fíjate muy bien a donde vas esto no es un juego
Ahora pisas ya cualquier lugar
Tu mirada sé que impone más
Cuando hablas todos se callan, escuchan el grito en mí
De tan solo imaginar desvaneces y soñar
Vas tan solo al mas allá
No lo puedes evitar es tan fácil ya lo ves
Contigo lo puedo hacer
De tan solo imaginar yo quiero más
Yo quiero más.
Piensas que todo es destrucción
Cuando sientes que tienes poder
Mira tu cuerpo y solo es una fantasía
Despiertas de sueños cada vez
Y no tienes ya ningún poder
Fíjate muy bien en donde es
Simplemente hay fuego en mí
Creo que yo podré vencer
Cuando despierto tengo un poder
Hay algo que pide así
Quiero mas
Yo quiero mas.