La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Recordando como le das vida a las cosas
Puedo respirar cada día tu misericordia
Hay algo que mueve todos mis sentidos
Y esto es solamente tu presencia que me da…
Música.
Formo parte de la vida que tú hiciste aquí
Dime como puedo agradecerte, con lo que soy
Veo el cielo que siempre esta de color azul
Y quiero que mi vida refleje tu color.
Me llena, tu mirada,
Me inspiran tus palabras
Me enciende tu presencia,
Y solo se que eres tu
Que me da la música…
Me llena tu mirada,
Quiero que escuches
Lo que voy, a decirte hoy…
Me enciende tu presencia
Me inspiran tus palabras
Me llena tu mirada
Y solo se que eres tu,
Que me da la música para cantar,
Música para adorar, música…