La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
//A bailar, vamos a bailar
te doy todo mi ser, te doy mi corazón
(mi corazón)
A bailar, vamos a bailar
tu eres la razón de mi canción
(la razón de mi canción)
Tan sólo en el monte, alzando mis manos
abajo en el valle y no se por qué?
camino en las calles, gritando a tu nombre
Cristo tú siempre estarás
cuando te llamé, cuando te llamé a ti//
(vis)
Eres la razón de cantar
(haaaaa)
eres la razón de reír
(haaaaa)
eres la razón de que brille el sol
a celebrar
vamos a bailar, vamos a cantar
vamos todos
vamos a bailar, vamos a cantar
heieieeee
A bailar, vamos a bailar
te doy todo mi ser, te doy mi corazón
(mi corazón)
A bailar, vamos a bailar
tu eres la razón de mi canción
(la razón de mi canción)
///Todo el mundo a saltar///
vamos a bailar, vamos a cantar
(cuatro veces)
A bailar, vamos a bailar
te doy todo mi ser, te doy mi corazón
(mi corazón)
A bailar, vamos a bailar
tu eres la razón de mi canción
(la razón de mi canción)