La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
No podría estar sin ver tus ojos
No podría vivir sin contemplarte a Ti
No podría estar sin ver tus ojos
No podría vivir sin contemplarte a Ti
Es que eres más grande que el sol
Más alto que las estrellas
Es que tu amor e inundó
Y ya no puedo vivir sin Ti
Llévame Señor pegaito entre tus brazos
Llévame Señor al jardín de tu amor
No podría estar sin ver tus ojos
No podría vivir sin contemplarte a Ti
No podría estar sin ver tus ojos
No podría vivir sin contemplarte a Ti
Es que eres más grande que el sol
Más alto que las estrellas
Es que tu amor e inundó
Y ya no puedo vivir sin Ti
Llévame Señor pegaito entre tus brazos
Llévame Señor al jardín de tu amor
Llévame Señor pegaito entre tus brazos
Llévame Señor al jardín de tu amor
Es que eres más grande que el sol
Más alto que las estrellas
Es que tu amor e inundó
Y ya no puedo vivir sin Ti
Llévame Señor pegaito entre tus brazos
Llévame Señor al jardín de tu amor
Al jardín de tu amor