La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Lo siento lo siento
Sabes el poder de un lo siento
Lo siento lo siento lo siento
Que difícil es decir lo siento
No puedes pretender que actúe igual
Si le has hecho daño a mi corazón
El peor error es luego callar
Disfrazando todo lo que pasó
No te das cuenta que
No se puede esconder
Que la herida todavía viva está
Tienes que regresar
Hay cosas que sanar y perdonar
El poder de un lo siento
De una lagrima que rompe el silencio
Una carga que liberas de adentro
Sanando el corazón
Un abrazo que borra el dolor
El poder de un te amo
Tiene fuerza para mover el cielo
Y borrar el dolor más intenso
Y volver a empezar
Dime si me puedes perdonar
Noche sin dormir
Día sin sonreír
Por el dolor que he causado en ti
Se está esperando que todo iba a pasar
Que el tiempo se encargaría de borrar
No te das cuenta que no se puede esconder
Que la herida todavía viva está
Y le sigue el dolor
Tienes que regresar
Hay cosas que sanar y perdonar
El poder de un lo siento
De una lagrima que rompe el silencio
Una carga que liberas de adentro
Sanando el corazón
Un abrazo que borra el dolor
El poder de un te amo
Tiene fuerza para mover el cielo
Y borrar el dolor más intenso
Y volver a empezar
Dime si me puedes perdonar
Tienes que regresar
Hay cosas que sanar
Lo siento
Lo siento