La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Así como este viento que sopla hacia a mi
tan real tu te encuentras aquí,
no te puedo ver mas te puedo sentir
y otra vez hoy tu voz puedo oír
Y en momentos cuando siento dolor
y mi corazón lleno de temor
y siento como si no estas
pero me doy cuenta que estas allí
y que solo quieres que confíe en ti
y que todo bien va a salir.
CORO
No hay nada que temer
porque siempre allí estaré
en la oscuridad tu luz yo seré
cuando tengas que cruzar en medio del bravo mar
ve sin miedo que te sostendré
en el frío, en la lluvia, en la noche,
en el día nunca solo yo te dejare
estaré, estaré, estaré,
estaré, estaré, estaré, estaré
y de quienes sienten tu compania
el mejor regalo que me dio la vida
y me he dado cuenta que cada día
en mi corazón hay mas alegría
es por ti que ahora soy
lo que soy, donde estoy
donde voy, y todo lo que tengo
quiero dártelo hoy
(Se repite el segundo verso antes del coro)
(Gracias a Acner frank por esta letra)