La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
No hay temor que ante el permanezca No hay montaña que con mi fe No se pueda mover Yo tengo la armadura Y la espada que quien me envío Me levanto y declaro victoria Ya Dios me la dio No hay temor que ante el permanezca No hay montaña que con mi fe No se pueda mover Yo tengo la armadura Y la espada que quien me envío Victoria Victoria Si Él a mi frente va Yo puedo cantar Victoria Victoria Bandera levantare Y confesare Victoria No hay temor que ante el permanezca, soy libre, (soy libreeee) No hay montaña (no) que con mi fe No se pueda (se tiene que mover) mover (en el nombre de Jesús) Yo tengo la armadura, armadura Y la espada que quien me envío (el está conmigo) Me levanto y declaro victoria (recíbelo) Ya Dios me la dio (ya lo tienes junto a ti ¡ho ho !) Victoria, Victoria victoria, (si el va conmigo) Si Él a mi frente va Yo puedo cantar Victoria,recíbela recíbela Victoria (recíbela) victoria( recíbela) Bandera levantare Y confesare Victoria Aleluya,...
(Gracias a Kendra Resto por esta letra)