La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Tercer cielo
No hay en el mundo
Amor como el de tú y yo
Tan bello y hermoso
Tan fuera de la imaginación
Es como un regalo, que Dios nos entregó
Conocerte fue lo mejor
Cada mañana al despertar
Quiero escuchar tú voz hablar
Y en las tardes quiero salir
Descubrir el mundo junto a tí
Y en las noches
Quiero contar las estrellas
Contigo a mi lado
Te amo tanto
Damos gracias a Dios que nos unió
Y que por él vivimos lo que disfrutamos hoy
Mientras yo viva te amaré
Mientras respire te amaré
Eres para mí yo para tí
Ahora a tú lado he aprendido a sonreír
Mientras yo viva te amaré
Mientras respire te amaré
Tu amor es un sueño, un sueño
La vida se acaba
Mas nuestro amor no pasará
Tú y yo llegaremos
Donde nunca nadie fue jamás
Es como un regalo, que Dios nos entregó
Conocerte fue lo mejor
Cada mañana al despertar
Quiero escuchar tú voz hablar
Y en las tardes quiero salir
Descubrir el mundo junto a tí
Y en las noches
Quiero contar las estrellas
Contigo a mi lado
Te amo tanto
Damos gracias a Dios que nos unió
Y que por él vivimos lo que disfrutamos hoy
Mientras yo viva te amaré
Mientras respire te amaré
Eres para mí yo para tí
Ahora a tú lado he aprendido a sonreír
Mientras yo viva te amaré
Mientras respire te amaré
Tu amor es un sueño, un sueño
Tu amor es un sueño, un sueño