La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Abur Tito Ocampo
El día de tu partida el cielo lloraba
El día de tu partida el cielo lloraba
Como lloraba yo lloraba él
Como lloraba yo lloraba él
A la mañana siguiente llego la melancolía
A la mañana siguiente llego la melancolía
Ya no oigo tu voz cerca de mí
Ya no oigo tu voz cerca de mí
Abur (abur)
Abur (abur)
Abur (abur)
Abur (abur)
Cuando las penas acechan y tengo el alma partida
Cuando las penas acechan y tengo el alma partida
Quisiera que oyeras mi canción
Para que estuvieras cerca mi
Hay días que te confieso que hablo mucho contigo
Hay días que te confieso que tengo el alma partida
Quisiera que oyeras mi canción
Y que tú estuvieras cerca mi
Abur (abur), abur (abur), abur (abur)
Abur (abur), abur (abur), abur (abur)
Abur (abur), abur (abur)