La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Somos los guerreros de Jehová
Vamos a vencer al enemigo
Tomemos las armas del espíritu
Vestidos de toda la armadura de Dios
Para que con ellas combatamos al mal
Y todas sus fuerzas caerán
No abra fuerza que nos pueda vencer
Porque con nosotros va nuestro capitan
Con el somos fuertes no devemos temer
Porque la victoria nuestra es
Somos los guerreros de Jehová
Vamos a vencer al enemigo
Declaramos sanidad
Declaramos libertad
Declaramos victoria en Cristo
Toda enfermedad, la atamos
En el nombre del padre, del hijo, y del Espíritu Santo
Y nos declaramos sanos y victoriosos
En Jehova