La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Por Mas que el Sol
Salga Sin Fin
Todos los Dias
Y Su Color
Haga Brillar
Mi Corazon
Este Dolor
Que Llevo Hoy
Esta Clavado
Y Hay Dias Que
No Tengo Aire
Para Seguir
Por eso Amigo
Llena Mi Copa
De Rojo Vino
Que los Demonios
Dejen un Rato
De Molestar
Y Este Dolor
Se Quede Quieto
Solo un Instante
Y me De Tiempo
Tan Solo Un Tiempo
Para Seguir
Recuerdo Tu Color
De Ojos, Tu Color
De Pelo
Recuerdo que Golpea
Fuerte
Mi Candombear
Y Hoy Solo Queda
Un Taconear
Lejano
Rechinando en el Viejo Piso
Del Comedor