La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Hasta nunca, pasado
Ya no vivimos más en ti
Algo nuevo ha llegado
Podemos ver el sol salir
Su luz en las tinieblas resonó
Seguimos el camino hacia su voz
Hola, futuro, no tenemos miedo
Él está con nosotros hasta el fin del tiempo
Y no vamos a regresar atrás
Y nunca dejaremos de soñar
Pues lo mejor está por llegar
¡Estás por llegar!
Paso a paso, a tu lado
Se va alumbrando al caminar
Nuestras frentes en alto
Ante lo que luego vendrá
Correremos a un horizonte de esperanza
Te creemos, nos guías a lo prometido
Correremos a un nuevo amanecer de gracia
Te creemos, tu amor jamás será vencido