La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Siempre hay un anhelo en mi corazón
Y es estar cerquita de mi salvador
Pa' cantarle al oído, todo lo que necesito
Es ser amigo de dios
¿Y la vida cómo se la pago yo?
¿Y todo el cuidado que me da el señor?
Ese precio no está escrito
Todo lo que necesito es ser amigo de dios
Y aunque no merezca, hoy su amor me llena
Y nunca se acabará
Es por eso que hoy elevo mi voz
Es por eso que mi vida cambió
Por eso es que sonrío
Porque soy amigo de dios
Es por eso que no hay necesidad
Es por eso que la angustia se va
Por eso es que confío
Porque soy amigo de dios