La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Voy a cantarle al carnaval
Tengo fresca mi inocecia
Voy a girar como la luna
Navegando en la transparencia
Voy a mirar nacer la flor
Y no busco su apariencia
En su perfume hay mas valor
En su capullo un mar de nectar
Para cantarle al carnaval
Y no perderse en su camino
Hay que saber que la canción
Lleva una estrella por destino
Para mirar como los niños
Para cantar su dulce trino
Hay que mirar de cara a sol
Como se mira a una buen amigo
Para mirar como los niños
Para cantar su dulce trino
Hay que mirar de cara al sol
Como se mira a un buen amigo
Voy a mirar nacer la flor
Y no busco su apariencia
En su perfume hay mas valor
En su capullo un mar de nectar
Para cantarle al carnaval
Y no perderse en su camino
Hay que saber que la canciòn
Lleva una estrella por destino
Para mirar como los niños
Para cantar su dulce trino
Hay que mirar de cara a sol
Como se mira a una buen amigo
Para mirar como los niños
Para cantar su dulce trino
Hay que mirar de cara al sol
Como se mira a un buen amigo