La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Vamos Pastores Villancicos
Vamos, pastores, vamos
Vamos a Belén
A ver en ese niño
La gloria del Edén
A ver en ese niño
La gloria del Edén
Ese precioso niño
Yo me muero por Él
Sus ojitos me encantan
Su boquita también
El padre le acaricia
La madre mira en Él
Y los dos, extasiados
Contemplan aquel ser
Contemplan aquel ser
Vamos, pastores, vamos
Vamos a Belén
A ver en ese niño
La gloria del Edén
A ver en ese niño
La gloria del Edén
Es tan lindo el chiquito
Que nunca podrá ser
Que su belleza copie
El lápiz y el pincel
Pues el Eterno Padre
Con inmenso poder
Hizo que el Hijo fuera
Excelso como Él
Excelso como Él
Vamos, pastores, vamos
Vamos a Belén
A ver en ese niño
La gloria del Edén
A ver en ese niño
La gloria del Edén