La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Somos los niños cantores
Que vamos a pregonar
La natividad, señores
Del rey de la humanidad
Venid, amigos, que esta noche es Nochebuena
Venid a ver el nacimiento de una estrella
Venid, pastores, que ha nacido un chiquitin
El más hermoso que se ha visto por aquí
Somos los niños cantores
Que vamos a pregonar
La natividad, señores
Del rey de la humanidad
Cantad, pastores, que esta noche es Nochebuena
Haced que suenen platillos y panderetas
Cantad, pastores, que ha nacido un chiquitin
Corran, pastores, porque ya está el niño aquí
Cantad, pastores, que esta noche es Nochebuena
Haced que suenen platillos y panderetas
Cantad, pastores, que ha nacido un chiquitin
Corran, pastores, porque ya está el niño aquí