La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Al morir se acabará
Éste cuerpo material
Pero el ama se irá
A un lugar del más allá
Éste lugar se escogerá
Mientras se viva en la tierra.
Yo escogí el mejor
Y voy caminando
Hacia un lugar donde no habrá llanto,
Voy a ese lugar
Camino con dios
Y estoy seguro que él me salvó.
Cada hombre debe escoger
Uno de dos al más allá
Nadie le obligará
A cual de ellos caminar
Se angustiará si escoge mal
Pero el tiempo no regresará.
Yo escogí el mejor
Y voy caminando
Hacia un lugar donde no habrá llanto,
Voy a ese lugar
Camino con dios
Y estoy seguro que él me salvó.