La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
El Tupungatino Trío Ruiz, Gallo, Pérez, Cardozo
Yo soy tupungatino, señora
Pegado al cerro bis
Parras, mujeres, vino
Señora, eso hay de bueno bis
Tonadas con cogollo, señora
Cueca y pañuelo
Todos largan el rollo, señora
Eso hay de bueno
Criollo de pata en quincha
Cantan un verso bis
A la moza más linda señora
Eso hay de bueno
Siempre vivan las niñas, señora
Que junto al cerro
Nos ofrecen sonrisas, señora
Pucha que es bueno