La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
En el ombligo del cielo,
camelo y arte,
en la mitad del camino
a ninguna parte.
Por el puente de la gracia,
bata de cola,
y en la peineta un anuncio
de Coca Cola.
Yo la llevo por la cintura
de la Alameda al Arenal
para ponernos a soñar.
Y duerme Sevilla.
Se mueren por abrazarla
los alunados,
se mete bajo su falda
un desesperado.
Limpiamente me deshago
del contrincante
y ella me regala un beso
en cuarto menguante.
Siempre queda una callejuela
de la Alameda al Arenal
para ponernos a soñar.
Y duerme Sevilla, duerme.
Nos amamos en el parque,
casi amanece.
Y cuando voy a tenerla,
desaparece.
Y en el vaivén del ensueño
y el desengaño
no he parado de buscarla
desde hace años.
Del Arenal a la Alameda,
contra la barra de algún bar,
nunca me canso de esperar.
Y duerme Sevilla, duerme Sevilla.