La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Va mi corazón cerca del dolor
No sabrá vivir sin tus brazos
Ya no hay solución, no sé decir adiós
Te odio y a la vez, te amo tanto
Y aunque intento, no sé como arrancar
Millones de recuerdos
Y duele, como me duele el olvido
Es un castigo, dejarte atrás
Hoy la soledad, es mi enemigo
Y duele, duele no ver la salida
Es una herida que no se irá
Y no cerrará en esta vida
Siempre me engañé, nunca quize ver
Que tenías alma de viento
Y no desperté del sueño que inventé
Tu amor hoy me hace daño, y me miento
Y aunque intento, no sé como arrancar
Millones de recuerdos
Y duele, como me duele el olvido
Es un castigo, dejarte atrás
Hoy la soledad, es mi enemigo
Y duele, duele no ver la salida
Es una herida que no se irá
Y no cerrará en esta vida
Y duele, como me duele el olvido
Es un castigo, dejarte atrás
Hoy la soledad, es mi enemigo
Y duele, duele no ver la salida
Es una herida que no se irá
Y no cerrará en esta vida
Duele y no se irá y no cerrará en esta vida