La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Tropas de María
Sigan la bandera
No desmaye nadie
Vamos a la guerra
Nuestra capitana
Allá en Talpa espera
Tomen ya sus armas
Vamos a la guerra
Tropas de María
Sigan la bandera
No desmaye nadie
Vamos a la guerra
Salid frente a frente
Cabos y oficiales
Soldados valientes
No desmaye nadie
Al arma soldados
Con mucha alegría
Vayan mi armados
Siguiendo a María
Vamos caminando
Y a Talpa llegando
A desagraviar
A Jesús llorando
Tropas de María
Sigan la bandera
No desmaye nadie
Vamos a la guerra
Ya va el capitán
En la cabecera
Toda la hermandad
Sigan la bandera
Tropas de María
Sigan la bandera
No desmaye nadie
Vamos a la guerra